lunes, 21 de mayo de 2012

Jorge Sergio Di Gregorio

Nota aparecida en el N° 267 de la Revista Indios Quilmes

Jorge Sergio Di Gregorio: Un capo del medio campo
Un símbolo Cervecero de la segunda mitad de los ’80. Sinónimo de garra, despliegue y amor propio. Fue Campeón de la B Metropolitana en ‘86/’.87

A mediados de 1986, Quilmes había caído a la nueva “B Metropolitana”, tenía que volver rápido y necesitaba jugadores de gran personalidad. Una gran elección fue la llegada del “Tano” Jorge Di Gregorio, quien no tardó en hacerse símbolo de aquellos años en el Cervecero.
Se había iniciado como futbolista en las inferiores de Independiente, donde llegó a jugar algunos partidos en la Primera, luego pasó por Arsenal, Deportivo Armenio, Altos Hornos Zapla, tuvo un breve paso por Boca y otro por Colón, antes de llegar a Quilmes
El Tano era un aguerrido volante de lucha, con un despliegue incansable y mucho carácter, de esos que copaba la parada en el medio campo. Un jugador a la medida del paladar del hincha cervecero, que lo quiso ni bien comenzó a mostrar sus cualidades.
En su primera temporada en el Cervecero, con aquel equipo dirigido por Humberto Zuccarelli que fue Campéon de la B Metropolitana jugó 28 de los 34 partidos del torneo, en todos como titular y convirtió 2 goles.
En la temporada ‘87/’88, con el mismo técnico y la base del equipo Campeón, Quilmes debutó en el Nacional B. Con la llegada del “Gringo” Llane, el Tano se corrió del medio a la derecha, varió la posición pero no su entrega ni su ascendente en aquel batallador equipo que obtuvo un decoroso segundo puesto detrás del Deportivo Mandiyú. Jugó 34 de los 44 partidos del torneo, siempre como titular, y convirtió un gol.
Para el Nacional B de la temporada ‘’88/’89, con Hugo García como técnico, se dasarmó el equipo y se contó con un presupuesto menor, por lo que se armó un plantel modesto que no pudo repetir las actuaciones de los torneos precedentes (terminó 15°). Di Gregorio fue titular en los 37 partidos que jugó y convirtió 4 goles. Vale recordar que le gustaba probar al arco desde media distancia y que varias de sus conquistas en el Cervecero llegaron pateando desde lejos.
Al Torneo Nacional B ‘89/’90, Quilmes lo afrontó con un equipo lujoso, aquel de Blasón, Sosa y Rufini en el ataque, con la presencia en el medio campo de Gásparí y el Indio Gómez. Un equipo ofensivo que para defender contaría como “cinco” al querido Tano. Y el verbo contar está en potencial porque después de haber anotado un golazo desde lejos a un ángulo en el primer partido ante Talleres de Escalada en Guido y Sarmiento, en la tercera fecha, también como local ante Almirante Brown, sufrió una severa lesión, rotura de meniscos, que lo dejó prácticamente fuera del torneo. Volvió a jugar 102 días después en el partido contra Belgrano, cuando faltaban 24 minutos para el final, fue la primera vez que, con la blanquita, entraba a jugar desde el banco de suplentes. Entró en algunos partidos más pero no estaba recuperado plenamente. Terminó el torneo con participación en 12 partidos y 1 gol. Ahí terminó su paso por Quilmes.
Un grato recuerdo para él fue la ovación que le brindara, ya retirado, el hincha cervecero en la pre inauguración del Centenario en Diciembre del ’93, sin dudas una clara muestra de que el Tano Jorge Di Gregorio ha honrado la blanquita.
 

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